¡Qué gran película! Buenísima. Es la mejor
que he visto en lo que va de año. Me explico.
La película, como el título indica, nos
cuenta la vida de la protagonista, Adèle (cuyo nombre real es Adèle
Exarchopoulos), desde la adolescencia hasta la adultez. Hasta aquí, nada
especial, una historia archirrepetida a lo largo de la Historia de la Literatura
y del Cine (Lazarillo de Tormes, El guardián entre el centeno, Oliver Twist, El imperio del sol, El Bola,
Stand by me, Mujercitas, etc). Sin embargo, lo que hace que sea una gran
película son algunas cosillas:
—No trata del conocimiento del mundo
exterior, de la vida en sociedad, de cómo somos los seres humanos y del lugar
que el/la protagonista ocupa en el mundo. No, no trata de eso; trata de los
sentimientos/emociones de la protagonista, sólo de su interior y, por lo tanto,
asistimos a la iniciación a la vida emocional de Adèle, es decir a la
comprensión de las sensaciones, emociones, deseos y sentimientos de la
protagonista y, por extensión, del ser humano.
—La manera de mostrar esa iniciación, ese
aprendizaje, no es poniendo en situaciones especiales a la protagonista y verla
actuar. No, tampoco trata de esto. Lo que vemos es el rostro de la
protagonista, sólo el rostro. Tres horas de película viendo la enorme, infinita
cantidad de matices que el rostro de la actriz adopta para mostrar toda la gama
de sentimientos, sensaciones, etc, que tenemos los seres humanos.
—Y la actriz lo hace teniendo la cámara
del director a un palmo de su cara. La película son tres horas rodadas con
cámara al hombro y con un constante primer plano del rostro de la protagonista,
y del resto de personajes que están a su alrededor. Y la jodía, que sólo tiene
20 años, aguanta las tres horas con una credibilidad y seguridad apabullante. Sólo
un detalle: cuando Adèle llora, le sale hasta el agüilla de la nariz, en serio.
Además de la protagonista absoluta,
tenemos a la actriz (Lea Seydoux) que interpreta a su pareja (Emma). Otra
actriz bestial, maravillosa, que sabe responder a todo lo que se le exige.
Una cuestión de la que, creo yo, merece la
pena decir algo es del sexo más o menos explícito que vemos en la película. Son
varias escenas, creo que 4, en las que se ve un pene en erección, la lengua
lamiendo una vagina, y algunas cosa más por el estilo. Desde mi punto de vista
está todo justificado dado que el sexo es la mejor manera que tenemos los seres
humanos de expresar nuestros sentimientos, y lo único que nos interesa de Adèle
son sus sentimientos. Por otro lado, el director ha dicho que todo era postizo
(afortunadamente, porque yo ya empezaba a sentirme acomplejado ;) ) .
Por último, me gustaría decir algo acerca
de la estructura. Hay dos partes muy claramente delimitadas: —las escenas en la
escuela, mientras ella estudia Bachillerato. Asistimos a sendas clases de
literatura, en las que los estudiantes leen la obra inconclusa de La vida de Marianne, de Marivaux (hay
una defensa de la mujer como ser vivo; "Yo soy una mujer", lee una
alumna, a la que el profesor le hace repetir esa frase, porque, dado que es una
mujer, debe hacerlo con convicción; y del amor a primera vista); y el
comentario de Antígona, de Sófocles,
en la que se incide en la necesidad de hacer las cosas por convicción, no
porque esté establecido como norma social). Lo que se nos cuenta en las clases,
lo veremos en las siguientes escenas. Actúan a modo de presentación de lo que
vamos a encontrarnos.
La segunda parte transcurre en otra
escuela. Adèle ya es maestra de Educación Infantil, y comparte su vida con la
chica del pelo azul. Aquí, todo es diferente. Hemos pasado de la explosión de
todos sus sentimientos y deseos, de la locura del amor adolescente, a la
terrible sensación de soledad que la vida de adulto le produce. No es que ella
lo haya buscado, es que simplemente sucede. Su pareja es pintora y está
enfrascada en hacerse un hueco en los ambientes artísticos. Adèle, sin embargo,
no tiene ningún interés, ninguna inquietud artística. Es una mujer sencilla que
sólo desea estar con su amor. Pero, la soledad la llevará a hacer cosas que
afectarán a la relación.
En fin, muy buena película en la que vemos
cómo la vida le enseña a la protagonista a comprender que no es lo mismo la
pasión y el deseo que el amor. Y todo con unas interpretaciones excepcionales.
Genial.
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